domingo, 22 de septiembre de 2013

Caso de Fracaso Audi


Caso de fracaso:

Fracaso Audi 5000 en EE.UU:
Corrían los años 80 y Audi empezó a vender los Audi 100yAudi 200, antecesores del actual Audi A6. En el mercado americano empezó a venderse como Audi 5000, siempre con motorizaciones gasolina de cinco cilindros en línea, de 100 a 220 CV. Los más potentes eran turboalimentados.

Este modelo empezó a venderse muy bien, alcanzando un tope de 74.601 Audi en 1985, pero casi acaba con la reputación de la marca. En el año 1986 un programa de la CBS denominado “60 seconds” dijo que este coche tenía problemas de aceleración involuntaria y estaba relacionado con siete muertes y 700 accidentes.

Se aseguraba que, casualidades de la vida, el coche tomaba consciencia de sí mismo, los frenos dejaban de funcionar y el acelerador se volvía loco. Eso es lo que los americanos llaman UA (unintended acceleration). Comenzó un FUD contra Audi que tuvo consecuencias desastrosas.


Le gente empezó a perder confianza en el coche. Según la marca, ningún coche falló, ni se aceleró solo. Es más, como en cualquier coche, la potencia de los frenos es siempre muy superior a la del motor. Había gato encerrado. Las víctimas aseguraban que pisaron el freno con todas sus fuerzas, pero no paraban.

La NHTSA falló a favor de Audi pasados tres años, concluyendo lo mismo que la marca: era un problema de la gente. Los coches americanos, casi todos automáticos, tienen un pedal de freno enorme y un acelerador pequeño. Los coches europeos como el Audi 5000 tenían el pedal de freno más pequeño y próximo al acelerador.

Hay gente que tiene la mala costumbre de frenar con el pie izquierdo, cuando ese pie es exclusivo para el embrague. Audi llamó sus coches a revisión para separar los pedales y reducir la posibilidad de sufrir ese efecto: la gente se equivocaba de pedal y machacaba el acelerador, luego el resultado era obvio.

En la televisión se pudo ver cómo un Audi 5000 aparentemente se volvía loco y no había forma de frenarlo. La secuencia de vídeo estaba manipulada descaradamente y eso se admitió posteriormente, pero la masa idiotizada se creyó que esos coches tenían vida propia y que en cualquier momento podían matar gente.

El valor de reventa de esos coches cayó en picado, así como las ventas. En 1991 se vendieron solamente 12.283 Audi. La marca intentó reaccionar dando más garantía y retomando los nombres europeos 100 y 200, pero no sirvió. El amparo de la NHTSA llegó demasiado tarde, el daño ya estaba hecho.

La marca no tomó el camino fácil, que era insinuar que sus clientes eran poco hábiles, se decantaron por “el cliente siempre tiene la razón” y no salieron a la defensiva. El explosivo cóctel casi supone la desaparición de Audi en el mercado norteamericano, y no se recuperaron hasta 10 años más tarde.

Una herencia que tienen los coches automáticos a partir de esos incidentes humanos fue obligar a la caja de cambios a no insertar las marchas si no se ha pisado el pedal del freno, cosa que hoy es normal. No está demostrado que ningún Audi 5000 fallase en esos términos, fue todo producto del ya mencionado FUD.
El programa “60 seconds” acabó admitiendo su error, no sin antes calificar el veredicto de la NHTSA como una simple opinión.

En su momento concurrieron estos factores: desinformación mediática, falta de respuesta de relaciones públicas de la marca y una respuesta tardía de las autoridades. Si juntamos todo esto, entenderemos por qué Toyota está haciendo lo que está haciendo referente al Caso Pedalgate. El que desconoce la Historia está condenado a repetirla.

También vemos, como los medios de comunicación juegan un importante papel en la sociedad, y pueden destruir en un minuto, la imagen una compañía tan prestigiosa como es Audi.
Sin embargo, también podría ser la estrategia de algunos de sus competidores, para que Audi no siguiese en el mercado.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta lo que se dice, en cualquier medio de comunicación, e intentar que solo se hable de forma positiva del producto, para ayudar a mejorar la imagen de marca de la empresa.

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