Caso
de fracaso:
Fracaso Audi 5000
en EE.UU:
Corrían los años 80
y Audi empezó a vender los Audi
100yAudi
200, antecesores del actual Audi A6. En el mercado americano
empezó a venderse como Audi
5000, siempre con motorizaciones gasolina de cinco cilindros en
línea, de 100 a 220 CV. Los más potentes eran turboalimentados.
Este modelo empezó a
venderse muy bien, alcanzando un tope de 74.601 Audi en 1985, pero casi acaba
con la reputación de la marca. En el año 1986 un programa de la CBS denominado “60 seconds” dijo que este
coche tenía problemas de
aceleración involuntaria y estaba relacionado con siete muertes
y 700 accidentes.
Se aseguraba que,
casualidades de la vida, el coche tomaba consciencia de sí mismo, los frenos
dejaban de funcionar y el acelerador se volvía loco. Eso es lo que los
americanos llaman UA
(unintended acceleration). Comenzó un FUD
contra Audi que tuvo consecuencias desastrosas.
Le gente empezó a
perder confianza en el coche. Según la marca, ningún coche falló, ni se aceleró
solo. Es más, como en cualquier coche, la potencia de los frenos es siempre muy
superior a la del motor. Había gato encerrado. Las víctimas aseguraban que
pisaron el freno con todas sus fuerzas, pero no paraban.
La NHTSA
falló a favor de Audi pasados tres años, concluyendo lo mismo que la marca: era un problema de la gente.
Los coches americanos, casi todos automáticos, tienen un pedal de freno enorme
y un acelerador pequeño. Los coches europeos como el Audi 5000 tenían el pedal
de freno más pequeño y próximo al acelerador.
Hay gente que tiene
la mala costumbre de frenar con el pie izquierdo, cuando ese pie es exclusivo
para el embrague. Audi llamó sus coches a revisión para separar los pedales y
reducir la posibilidad de sufrir ese efecto: la gente se equivocaba de pedal y machacaba el
acelerador, luego el resultado era obvio.
En la televisión se
pudo ver cómo un Audi 5000 aparentemente se volvía loco y no había forma de
frenarlo. La secuencia de vídeo estaba manipulada descaradamente y eso se
admitió posteriormente, pero la masa idiotizada se creyó que esos coches tenían
vida propia y que en cualquier momento podían matar gente.
El valor de reventa de esos coches cayó en picado,
así como las ventas. En 1991 se vendieron solamente 12.283 Audi. La
marca intentó reaccionar dando más garantía y retomando los nombres europeos
100 y 200, pero no sirvió. El amparo de la NHTSA llegó
demasiado tarde, el daño ya estaba hecho.
La marca no tomó el
camino fácil, que era insinuar que sus clientes eran poco hábiles, se
decantaron por “el cliente siempre tiene la razón” y no salieron a la
defensiva. El explosivo cóctel casi supone la desaparición de Audi en el
mercado norteamericano, y no se recuperaron hasta 10 años más tarde.
Una herencia que
tienen los coches automáticos a partir de esos incidentes humanos fue obligar a
la caja de cambios a no insertar las marchas si no se ha pisado el pedal del
freno, cosa que hoy es normal. No está demostrado que ningún Audi 5000 fallase en esos términos,
fue todo producto del ya mencionado FUD.
El programa “60
seconds” acabó admitiendo su error, no sin antes calificar el veredicto de la NHTSA como una simple opinión.
En su momento
concurrieron estos factores: desinformación mediática, falta de respuesta de
relaciones públicas de la marca y una respuesta tardía de las autoridades. Si
juntamos todo esto, entenderemos por qué Toyota está haciendo lo que está
haciendo referente al Caso Pedalgate. El que desconoce la Historia está condenado a repetirla.
También vemos, como
los medios de comunicación juegan un importante papel en la sociedad, y pueden
destruir en un minuto, la imagen una compañía tan prestigiosa como es Audi.
Sin embargo, también
podría ser la estrategia de algunos de sus competidores, para que Audi no
siguiese en el mercado.
En cualquier caso,
hay que tener en cuenta lo que se dice, en cualquier medio de comunicación, e
intentar que solo se hable de forma positiva del producto, para ayudar a
mejorar la imagen de marca de la empresa.
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